jueves, 25 de agosto de 2011

EL CANTAR DEL MIO CID

Cantar primero: El destierro. El Cid es acusado por algunos envidiosos de haberse guardado parte de los tributos de los reyes moros de Andalucía, es desterrado por el rey Alfonso. El Cid parte de Vivar hacia Burgos aquí nadie le da refugio ya que el rey Alfonso ha dicho que aquel que le de refugio al Cid perderá sus bienes, y además los ojos de la cara y aun el cuerpo y el alma; pero Martín Antolinez le da refugio y abastece a los huéspedes del Cid. Estratagema para conseguir oro y plata de los judíos Raquel y Vidas, a quienes engaña con dos arcas de arena. En el monasterio deja a Jimena su esposa y a su dos hijas. Gana a los moros los territorios de Castejón y Alcocer. Hace suya la región de Barcelona. En las montañas de Morella, combate al conde Remont de Barcelona, al que toma prisionero. Gana la espada Colada y al cabo de tres días libera al conde.
Cantar segundo: Las bodas de las hijas del Cid. El Cid marcha sobre Valencia y conquista Jérica, Onda, Almenar y Murviedro. El Cid conquista Valencia, envía a Minaya con cien caballos para el rey y solicita dejar a Doña Jimena y a sus hijas que acompañen al Cid a Valencia, el rey perdona al Cid y deja salir a su familia. El rey de Marruecos cerca Valencia, pero el Cid lo derrota. La riqueza despierta la codicia de lo infantes de Carrión que solicitan en matrimonio a las hijas del Cid. El rey y el Cid se encuentran a la orilla del río tajón y se reconcilian. En valencia se celebran las bodas de las hijas del Cid Campeador.
Cantar Tercero: La afrenta de Corpes. Los infantes de Carrión dan muestra de cobardía frente a los guerreros del Cid, son objeto de burla y deciden vengarse. Los infantes piden al Cid dejar que lleven a sus esposas a Carrión para enseñarles sus heredades, el Cid le da a sus yernos dinero y las espadas Colada y Tizona. En venganza los infantes maltratan a sus esposas y las dejan en el robledal de Corpes abandonadas. Enterado el Cid del agravio, solicita justicia al rey, este convoca Cortes en Toledo. Los infantes devuelven el dinero y las espadas al Cid. Llegan dos mensajeros pidiendo las manos de las hijas del Cid para los infantes de Navarra y de Aragón. Con este segundo matrimonio, el Cid se emparienta con los reyes de España

No hay comentarios:

Publicar un comentario